La palabra educación tiene muchos términos y significados dependiendo el sentido de su uso, como también de la palabra sociedad puesto que de ella se deriva no solo componentes psicológicos, familiares, personales entre otros. Entonces, el sentido educativo tiene que estar acorde con los cambios, necesidades y sueños de comunidades académicas que comparten visiones, fantasías y frustraciones locales y mundiales. ¿Pero por qué es tan importante la educación para la sociedad?, si las manifestaciones de la sociedad va en un camino diferente al de la educación, sus propósitos y metas son diferentes al educativo, de esta manera, se puede decir que la importancia de la educación para la sociedad, radica en que se tiene que dominar al individuo desde sus primeros inicios; el cuento de que se nace libre en una sociedad es una falacia. Es un ejercicio de libertad condicionado con limitaciones. Algunas acciones justas y verdaderas se reflejan en seres que de acuerdo a su estilo de vida y pensamiento logran convencer con sus gestiones a muchas personas, ya que éstas lograron salirse del sistema convirtiéndose  en modelos iguales o contrarios a lo que se pretende diseñar.

Ahora es importante entender para que se educa. ¿Es loable enseñar en una sociedad corrupta, nociva y con intereses económicos desastrosos? Esto es contrario a lo que es su esencia como la equidad, solidaridad entre otros. Si se plantean pros y contras entre los dos términos prevalecen más los negativos. La educación contribuye a mantener una fachada bonita, bien presentada de ciertos sitios y regiones, pero de tras de esa fachada está la sociedad, realmente no es lo que parece, todo lo malo de ésta se condensa en modelos de desarrollo que solo fortalecen sus estructuras y agrandan su dominio sobre las clases bajas, que es como asistir a un banquete en donde su parte depende de lo que otros quieran consumir.

Pero como evitar esto, si la sociedad en función de la economía se ajusta a las nuevas tendencias, quizás para seguir generando más desigualdad, así, pues ante una sociedad que tiene como poder el manejo de la información, a partir de “(…) un estadio de desarrollo social caracterizado por la capacidad de sus miembros (ciudadanos, empresas y administraciones públicas) para obtener, compartir y procesar cualquier información por medios telemáticos instantáneamente , desde cualquier lugar y en la forma en que se prefiera.” (Comisión sociedad de la información, 2003, pág. 5). De esta manera, quién posea el poder de la masas, por el medio moderno más pertinente (Apps, Interné, Redes) no solo podrá cambiar los destinos de los miembros de una comunidad, si no podrá entablar una lucha desigual, contra quienes queremos ejercer una resistencia, ante los pensamientos opresores… porque no es contra la tecnología en si, es contra los que la manipulan como un medio de educación distorsionada de la realidad.   

Considero que deberíamos cambiar la didáctica y la pedagogía, no desde las biblias de los antiguos filósofos, teóricos o pensadores hasta el s. XIX quienes han establecido el norte de la educación, si no desde la metodología y pedagogía actual; mover a las comunidades hacia la realidad, hacia la verdadera educación, aquella que no nos limite y fraccione en estándares y modelos. La idea es construir nuestra educación partiendo de la reflexión y posición frente al sistema, hacer entender, motivar, cambiar el discurso barato que se tiene en la familia, las instituciones y en los que haceres personales, es construir un cambio basado en la realidad de este mundo actual. Aquí, lo que se quiere dar a entender es que logremos unificar nuestras ideas, nuestras conciencias frente a lo mal que hemos sido educados; es encontrar el verdadero camino que se necesita para construir un futuro próspero, digno y no de aquellos que siempre han tratado de venderle a la gente, llegando siempre  al mismo punto, donde se inició en solo propuestas.

La nueva educación es apartarse de los fines y propósitos de su enemiga la sociedad, porque ésta desde hace más de seis siglos está acabando con la identidad del ser, de las buenas costumbres y de sus modales. Los problemas que existen en la actualidad en el mundo entero no es ni culpa de los poderosos “económicamente hablando” de lo que sucede, es culpa de la misma humanidad porque ha estado cegada, lo sigue y seguirá siendo, porque no se da cuenta que nosotros mismos somos la leña de ese fuego, los que permitimos que las cosas pasen y nos quedemos callados, sin actuar.

Mirando internamente los problemas del país, se volvió costumbre las tragedias en las familias como la violación, el homicidio, la drogadicción, el engaño, el embuste y el detrimento de las arcas fiscales entre otros. Por esto y otras miles de razones, seguimos aún con la cabeza gacha, sin permitirnos un espacio de reflexión y acción para mediar en éstas situaciones, lo mencione antes estamos condicionados al destino que nos proponen y ni por eso nos despertamos.

Hay demasiadas barreras de por medio en la organización y distribución de los roles sociales y de familia… La insatisfacción de algunos ciudadanos se ven reflejados con la destrucción y violación de elementos que le pertenecen a la cultura, al arte, a los derechos civiles y humanos entre otros. Por eso, cambiar de mentalidad nuestra cultura actual, será un trabajo demasiado difícil que solo podrá ser mediada en el momento en que las cosas cambien para el bien racional de todos.

La desmedida globalización, ha hecho que la evolución no tenga sentido, como lo diría Toffler (1986) no habla de la existencia de tres olas que han desarrollado fundamentalmente a la humanidad: agrícola, industrial y la del conocimiento. Como señala Toffler y Toffler (2006, pág, 51): “la tercer y las más reciente ola de riqueza (…) desafía a todos los principios de la industrialización, puesto que sustituye los factores tradicionales de producción industrial – tierra, mano de obra, capital- por el conocimiento cada vez más refinado”. Por consiguiente, ¿de qué ha servido el evolucionar?, en una lenta muerte de los valores sociales, que ahora enmarcan nuevas formas de vida, que solo tienden a destruir al mismo hombre y su entorno; por ende, los pecados capitales siguen mutando en medio de una sinergia de poderes.

Por consiguiente, el estudiar el funcionamiento adecuado y su sentido de  los  centros educativos, son elementos indiscutibles para la sociedad, por eso se preocupan y se malgastan cantidades de dinero de manera innecesaria, puesto que a los dueños de las grandes superficies, es una necesidad y deber tener adeptos adiestrados a través de normas, estándares y modelos educativos, que solo reflejan la capacidad de seres autómatas, que poseen ciertas cualidades llamadas “competencias” necesarias para ser un elemento más de mano de obra, siendo una pieza funcional de ingeniería.

Como se puede ver, vivimos en una gran nube llena de falacias y estratagemas que solo causan pérdida de la identidad del ser y en sus más recónditos pensamientos alienados a ciertas rigurosidades sociales y familiares, en donde toda su vida de penderá de las decisiones y oportunidades que otros le deleguen. Esto con lleva a que la sociedad, sea cada vez más vendida, regalada y maltratada como algo que no tiene retroceso ni solución.

La educación es quien alimenta ese tren arrasador, peligroso, donde la leña son quienes sin sentido permiten ser adiestrados, vulnerando  sus virtudes, por un grupo de modelos  académicos, que redundan en muchas partes que son la base  del modelo; es difícil que logren entender y comprender el destino al cual están marcados y que sin oportunidades, consigan salvarse de ésta encrucijada venenosa.